Me encanta como me tocas el pelo,
me encanta que me abraces,
me encanta que me beses en el cuello,
me encanta que seamos tú y yo.
Tu mirada me enamoró,
tu boca la deseé
durante semanas
una y otra vez.
Tus manos, finas y delgadas
recorren mi cuerpo
y me hacen gemir.
Tus manos son como tus ojos.
Tus pupilas negras
cuando me ven se dilatan,
te brillan los ojos
y yo solo puedo decir que soy feliz.
No importa donde estés,
no importa nada,
solo importas tú
y lo que me haces sentir.
Ya no lloro por ti,
solo espero volverte a ver,
solo espero que me cojas por la cintura
y me beses por detrás.
Cada noche estás en mis sueños,
cada noche imagino tu abrazo
y te digo te quiero,
aunque ya no sepa si me quieres.
Cada noche volvemos a ser tú y yo,
a pesar de la distancia,
a pesar de los rencores,
a pesar de todo.
Estoy enamorada del amor,
pero también de ti,
mi dulce traición,
mi dulce espera.
Esther Marmolejo Clarhed